Una entretenida propuesta de un joven debutante en la narrativa, el ingeniero Wilhelm Willeke, es la novela “La llamada de la carretera”. Se lee con la misma rapidez con que su protagonista se desplaza, de capítulo en capítulo, en su corcel mecánico por rutas chilenas y argentinas tratando de descubrir un criminal que le amenaza.
La historia logra atrapar a los lectores con una original trama de misterio que se desarrolla en la intimidad de la cofradía de los que aman la carretera y transitan por ella en sus veloces motocicletas. La trama la protagoniza Daniel Balmaceda, cuya vida se ve alterada cuando empiezan llegarle alarmantes paquetes de remitente anónimo.
Lo grave es que estos se relacionan con una seguidilla de suicidios en “Sanhattan”, desde cuyos rascacielos se lanzan al vacío personas con el rostro cubierto por máscaras de pájaros, luego de recibir tan misteriosas encomiendas. Desopilante. Raro. Intrigante. Peligroso.
Daniel trata de poner distancia a tan inexplicable amenaza, huyendo en su moto al sur de Chile. Por azar del destino, se tropieza con un grupo de colegas motoqueros que, con la solidaridad que caracteriza a esa tribu urbana, lo acoge. Entre ellos está Camila, una atractiva jinete del asfalto, que se convierte en su aliada para resolver un misterio que incluso los lleva a carreteras argentinas.
Así va cabalgando “La llamada de la carretera” (editada por Trayecto Comunicaciones, 255 páginas), escrita por Wilhelm Willeke Balmaceda (37, ingeniero en Logística), quien, al igual que el personaje de su novela, es un motoquero de tomo y lomo.
Ingeniero, escritor, motoquero: Wilhelm Willeke en su corcel metálico
Conexión motoquera
-Hay una singular frase en su libro: “Quien no ha recorrido el mundo en dos ruedas, no conoce lo que es la libertad”. ¿Podría explicarnos esto?
ueno si buscamos que significa la palabra Libertad, nos vamos a encontrar con muchas definiciones, como por ejemplo: es la facultad o capacidad del ser humano de actuar o no actuar siguiendo según su criterio y voluntad. Con respecto a esta frase, voy más allá, en el sentido cuando tú vas arriba piloteando tu moto o bien como ‘mochila’ (acompañante), logras conectar los cincos sentidos en todo el entorno, produciendo una sensación única que te hace sentirte como un todo y esa sensación la llamamos libertad.
-La actriz Javiera Contador reveló que su colega Fernando Larraín, cuando estaba harto con las grabaciones, salía del estudio a montar su moto para recobrar fuerzas… y volvía renovado. ¿Qué le parece?
Es una gran revelación de Javiera Contador. La verdad es que a Fernando, como a muchos y hasta como yo, nos pasa lo mismo. De verdad, es una gran terapia, porque como te comenté en la pregunta anterior, al montar tu moto logras esa conexión que te hace olvidar cualquier mal rato, estrés o pena. Es una gran terapia. Varias veces a mí me tocó que al regresar del trabajo, tarde, cansado y mentalmente agotado, me equipaba y partía a dar una vuelta y llegaba con otro ánimo y totalmente renovado. Entonces entiendo perfectamente a Fernando Larraín, como también a muchos que están leyendo esta entrevista que dirán “toda la razón, a mí también me pasa lo mismo”, y a los que no han experimentado en moto aun, los invito. Después no se bajaran más (jaa… jaa).
Motos, viajes, buceo
-Se dice que las motos son “ataúdes con dos ruedas”. Como motoquero que es, ¿está consciente que su “parachoques” es su chaqueta de cuero?
Sí. Uno es consciente que la carrocería de la moto es tu cuerpo. De ahí, la conciencia en equiparse como corresponde, dejando atrás la moda o el confort. Lo más importante es el equipamiento de protección, como también aprender bien a pilotear la moto. Para eso, y me alegra, es que hay varias escuelas que lo enseñan, por ejemplo Bikeroute, que te instruye y te entrega las herramientas necesarias para que seas un buen motoquero, responsable con tu seguridad y con el cumplimiento de las leyes de tránsito, tanto para hombres como mujeres. A propósito, es increíble cómo las mujeres cada día se suman más a este estilo de vida.
-Aparte del motociclismo, es enamorado de las profundidades marinas. ¿Qué lo atrajo de ese mundo?
Es una de mis 3 pasiones: moto, viajes y el buceo. Creo que estas tres pasiones se mezclan muy bien. En el mar, desde chico siento una conexión súper especial, tan así que siempre mi deporte fue la natación. Después, en mi búsqueda de aventura, descubrí el buceo y al encontrar este mundo tan distinto, donde necesitas de equipamiento especial para adaptarte, como una botella de aire para bucear, fue asombroso ver un entorno que te asombra cada vez que te sumerges en él. Esto me llevó a que me formara como instructor de buceo ANDI. Hoy tengo mi propia escuela y centro de buceo, Minke Diving, donde enseño lo lindo de este mundo, aprovechando que somos un país privilegiado por las costas que tenemos y el rico tesoro submarino que allí hay.
“A temblar corazones”
-Pasemos a la narrativa. Leo en el prólogo que lo describen como “un lobo solitario” y aventurero, que además de ser instructor de buceo y jinete del asfalto se convierte ahora en escritor. ¿Qué bicho le picó para lanzarte a la piscina literaria?
Jajajaja, lo mismo me pregunto yo. Qué bicho fue, jaja, vaya broma. La verdad, muchos me han dicho que soy súper intenso y apasionado en mi forma de vivir. Cierto, tengo mil historias. Esto me llevó a buscar cómo poder transmitir estas pasiones a más gente. Por eso me hice instructor de buceo. Con respecto a los viajes, siempre ayudo a dar consejos y proponer rutas. En el caso de la moto, pensé en cómo transmitir esta pasión, y partí escribiendo una especie de libro de autoayuda, cómo aprender andar en moto. Pero eso no iba conmigo. Entonces mezclé cosas nuestras, como la mitología mapuche y el mundo motoquero, junto a un suspenso que hace que nazca este libro lleno de aventura, suspenso y amor, para sí poder transmitir a los que no conocen de este mundo esta pasión y a los que ya la conocen, hacer temblar sus corazones.
Una “Netflix” chilena
-Pareciera que “La llamada de la carretera” es una novela destinado en especial a los lectores jóvenes, pero, ¿cómo cree que podrían recibirla los padres de esos jóvenes?
Muy bien. En esta novela, creo que lo que se transmite es transversal, tanto a motoqueros como a cualquier persona. He recibido críticas y comentarios muy buenos y entretenidos de todas las edades, desde gente mayor de 84 años, que me dicen que los lleva a sentirse como si estuvieran andando ellos en moto, como adolescentes que conocen este estilo de vida, hasta familias que me han compartido que en viajes van jugando a ver los gestos de saludo cuando se cruzan dos motos. La verdad es que estoy muy contento al ver cómo doy a conocer esta cultura de hermandad de los motoqueros y si sus hijos quieren aprender andar en moto, lo más importante es la educación, para pilotearla y disponer del equipamiento adecuado de seguridad.
-Su libro es de lectura rápida, como andar en moto, y de alguna manera el lector queda con gusto a poco. ¿Se lo han dicho?
Wow! Sí, en realidad, muchas personas me han dicho que quieren más sobre La Llamada de la Carretera. Otros me han comentado que debería ser la próxima película o serie de Netflix chilena. Esto me pone muy contento, porque la idea de mi novela era que fuera liviana de lectura, que lograra dejar al lector intrigado capítulo a capítulo, buscando más y más, sintiendo al momento de leer que va arriba de una moto, convertido en un personaje más del libro, queriendo a sus protagonistas cautivados por su historia de amor y con un final inesperado, junto a lugares reales y de nuestra actualidad, insertos en nuestra geografía, bañándose junto a una leyenda mapuche. Son, creo, los ingredientes perfectos para que una novela sea exitosa.
-A los 37 ya ha escrito su primera novela. ¿Habrá una segunda? ¿Tal vez sobre la vida submarina?
Estoy realmente contento cómo se ha ido desarrollando el libro. No puedo negar que ya tengo muchas ideas para otro libro. Igual escucho mucho a mis lectores que quieren más y feliz creo que este año comenzaré un nuevo proyecto. Todo puede ser, no descarto nada. Pero muchos han preguntado cómo continúa “La llamada…” y este canto a la Libertad.
Tanto los integrantes de la familia motoquera como los interesados en este desconocido mundo disfrutarán con esta producción, disponible en librerías.